Fotografía de bodas - Boda en Hacienda San Cristobal

Fotógrafo de bodas en Guanajauto

Creemos que algunas cosas se pueden y otras, por simple lógica, no es posible alcanzarlas. Volar parece solo un sueño que se hace realidad en el momento en que nuestros ojos se cierran y entran en una dinámica fantástica… O al menos quienes no han amado piensan en ese único camino. Sin embargo, aquellas personas que han tenido la fortuna de entregarse ante un amor absoluto, son capaces de entender que las alas no son físicas, porque volar es conocer el cielo en la mirada de alguien más, en su mano y, por supuesto, en su sola existencia.

Para volar tan sólo se necesita multiplicar. Sí, multiplicar las alas, multiplicar las sonrisas, engrandecer el corazón, elevar a la potencia que se quiera la seguridad de haber encontrado lo eterno, de saber que lo mejor de la vida no tiene forma física. De entender que la aventura de conocer los sueños más altos, el cielo y la infinidad en su expresión humana, tan sólo es posible cuando esa decisión de volar se hace todos los días, pero siempre con la misma persona. Así como Cynthia y Rafa.

Para volar hace falta seguridad, la plena certeza de que un simple “Sí” puede cambiar el rumbo de toda una vida. Estar en el pleno convencimiento de que las alas pueden tener sus fallas, pero siempre habrá quien impulse el vuelo para ver un panorama más amplio, un escenario mágico… Un amor que, a pesar de todo, siempre se multiplicará.

“Con tu amor podré volar”

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